Después de desayunar(se dice pronto,pero que desayunos de una hora que nos pegábamos,que si pastas,que si tostadas ,té verde,café,zumo de orange...munnnn)nos dirigimos sin rumbo a andar por los zocos,paso tranquilo,sin intención de comprar,sólo de pasear y contemplar la vida cotidiana,hasta que desembocamos en los mercados suyos,los de los habitantes de la medina,con sus puestos de verduras,frutas,etc...nos salimos del mercado,por barrios periféricos de la medina y nos metimos en un callejón sin salida,(nunca mejor dicho).Nos advirtieron dos jóvenes que ese callejón no tenía salida y después de ofrecernos hachís y rechazarlo nos dejaron en paz.Cuando ya nos estábamos dando la vuelta salió un individuo de la nada ofreciéndonos unas camisetas bien metidas en sus plásticos,muy baratas,le dijimos que no queríamos y él ya sabía que no queríamos,me las estaba metiendo por los ojos,y dándome en el cuerpo con ellas hasta que cesó,fui rápido en pensar,porque no me cuadraba esa forma de vender y revisar mi bolso.Al revisarlo en cuestión de un segundo me dí cuenta que me había sustraído el móvil,me giré y lo pillé metiéndolo en la bolsa,le dije que qué estaba haciendo(en vez de haberle metido un guantazo bien dado),se lo cogí al tiempo y lo guardé,él salió a paso ligero,pero tampoco es que saliera corriendo y se escabulló enseguida al dar la esquina.Se fue de vacío,y todo hay que decirlo gracias al perro que había visto antes,callejeando,debajo de un coche a la buena sombra,durmiendo el animal(el décimo perro que veía y sin amo).Por la noche paseando por los alrededores del palacio real vi a un perro que paseaban unas muchachas y fue cuando hice la siguiente reflexión:es el onceavo perro que veo si mañana(que regresábamos) no veíamos ningún perro hemos salido a una media de perro por día de estancia en Marruecos,y como todo fue bien...gracias a ellos.
De regreso a la Riaad,por los callejones,nos encontramos a dos chavales entre golferas y enjugascados que nos acompañaron un poco,al final saltaron con el tema del fútbol..(eran del Madrid) y yo les dije que era del Barsa y con el cachondeo nos pegamos unas risas.
Gatos hay muchos.
ANEXSOS:(Dobles casi calcados a personas que conozco de aquí)
1.Mi sobrina Laura en la terraza del café Argana.
2.Mi tía Cari subida en un carruaje.
3.El Godi,uno de los tres emigrantes que estaban en Casablanca.
4.El Magoo de mi barrio que era el taxista de Casablanca.
5.El Paco exmarido de Vicki con unos diez años de más.
Hermoso relato!!!
ResponderEliminarYa me siento un marroquí más.
Gran temple de viajero experimentado en una situación desagradable.
Veo en usted maneras labordetianas.
Tuvo ud mala suerte con lo de meter la mano en la bolsa del individuo que le sirló el móvil: con un poco de suerte podría ud haber sacado dos, seguro.
ResponderEliminarGenial viaje, pero (a perro por día) pocos perros.
la verdad es que a los dos minutos se me había olvidado...el tipo este...admiro de él que era fino en el hurto,porque yo ni noté,de nada y fue rápido,yo sólo intuí que algo raro pasó Hank,por otra parte tienes razón Miguel porque si hubiera seguido yo hurgando en su bolsa me trago un iphone seguro porque ese era el trabajo del menda y si es cierto Marruecos "no es un país para perros" pero para cuando vayáis o volváis no se os olvide en buscarlos por la cuenta que os trae.Miguel si te sirve de consuelo ninguno de los once era un perro de presa.
ResponderEliminarPues una crónica estupenda. Dan ganas de pagarle viajes pa que luego venga y nos los escriba!
ResponderEliminarUhh, puedo oler a los perros y saborear el delicioso té.
ResponderEliminarQué capacidad!!!!!
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