
Eran los años en los que yo vivía en Murcia,esa época tan maravillosa de¿estudiante?,dejemoslo en matriculado en la Universidad. Estaba yo trabajando de monitor en el Colegio de la Paz de Murcia,en la hora de comedor,y también en las que no son de comedor.A pesar de ser un colegio bastante conflictivo yo trabajaba bastante a gusto en él.Yo venía de trabajar en un centro-hogar de chavales mucho más conflictivos que estos, que al menos estaban escolarizados,tengo muy buenos recuerdos de aquellos chavales y de aquel colegio.No hace mucho,estando por Murcia me saludó uno de ellos al que no reconocí en un principio..,claro han pasado bastante tiempo,pero me dio mucha alegría.
Yo me encargaba de los mas mayorcicos, entre los de diez a catorce e incluso quince años,y tenía tres compañeras más,que se encargaba del resto,una de ellas era profesora también del centro.Mi misión era encargarme de las actividades y vigilancia en el patio (me acuerdo que un referente bueno de mi trabajo,me lo dio el director...que me dijo:-Michel,todos los años hay que vigilar que los niños no salten la valla y este año hay que vigilar que los de fuera no salten para adentro,modestia a parte recompensó mucho mi trabajo).
Cuando los niños entraban de nuevo a clase, los monitores , la cocinera y algún profesor que otro comíamos.Un día de esos que está nublado,con viento y...ya en la sobremesa salió el tema ese que sale muchas veces de los fenómenos extraños,el espiritismo,los muertos y etc,etc...Lo típico:"no sé quien me dijo que le tocó su abuelo cuando dormía", "vi a una vecina que me dijo que se le apareció su tío","soñé con no se quién que se moría y se murió"...y yo que soy mas escéptico que Santo Tomás... seguía la conversación sin darle mucha importancia,al igual que una compañera(Mª del Mar)que era recientemente licenciada de psicología,que se encargaba de los chiquitines del cole y con la que yo tenía una gran empatía.


Joder tuve que consultarle a una amiga que además también estudiaba psicología y me dijo que no me preocupara que eso era sugestión.Me dejó bastante tranquilo la verdad.
Comentarios sobre la historia.Es cierto que suena a las típicas historias de la mujer de la curva haciendo autoestop,la del chico que después de dejarle la cazadora a una chica que conoció en la discoteca,cuando fue a recogerla al día siguiente resultaba que la chica había muerto hacía cinco años y para ver que era cierto fue al cementerio y en la cruz estaba su cazadora etc.Pues ésta me la contó Mª del Mar como yo os la he contado,y me sorprendió tanto de una chica responsable con sus estudios universitarios,haciendo tareas constructivas con los chavales en el colegio...en fin
Menuda historia! yo soy tan escéptico( más bien incrédulo)con estas historietas como usted, pero siempre me ha gustado el repelús que da cuando las escuchas.
ResponderEliminarDe todas maneras, la de la vieja de la curva es rigurosamenta cierta, es más, aunque aún no la he visto sé que vive en una curva que hay yendo pa mi casa.
ja ja espero que algún día se la encuentre,aunque dudo mucho que pare el coche.
ResponderEliminarPor lo otro,al igual que ud.me quedé pasado...y llegué al piso de nuestra querida María "la portera"algo conmovido por lo que me acababan de contar..
Lo de las pilas caga bastante, porque si al menos las hubiera llevado puestas....Bueno yo no se qué pensar..., prefiero no hacerlo porque me caga un poco, aunque la historia es enternecedora y da más pena que miedo.
ResponderEliminarme gusta tu comentario hermana(y nunca mejor dicho)no es pena lo que me produjo, fue intentar entender...nosotros con nuestra historia familiar,es para que nos pasaran fenómenos extraños.Pero al contrario,tenemos la capacidad de normalizarlos...es más somos paranormales ja ja jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarPues a mí esta historia me ha recordado a aquellos estupendos años en el Barrio del Carmen. Y por otro lado, creo que aquella radio iba con electricidad.
ResponderEliminarY sí,la tía de la curva existe.
no cagues cabroncete...un dia no la encontraremos y nos reiremos menos,y que buenos años aquellos con la señora Maria de portera
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