
Al percibir el mensaje en su interior mas dulce, enrojeció un poco mas de lo que estaba por dentro y se fue dejando llevar por las olas y por la misma orilla para ponerse justo en frente de la confitería,para hacerle saber al bollo con nata(el dulce) que le había encantado su poesía y también para verlo mas de cerca y mejor.
Entonces una niña de una familia de al lado a la que pertenecía la sandía,empezó a zarandearla y gritando a su madre que ella quería sandía,el bollo mientras se puso muy nervioso,pero la sandía ya había pensado un plan infalible para poderse encontrar con su amado bollo.
La sandía sabía perfectamente que vendría el niño de su familia para rescatarla en breve, por lo que se dejó escurrir por las manos de la niña para caer a la arena y resquebrajarse un poco.

Al mismo tiempo que el niño estaba recriminando a la niña, la sandía empezó a desprenderse de una pequeña parte de la esencia del mensaje que el dulce le había mandado para embaucar a la niña en el capricho de un bollo con nata.
El niño cogió su sandía y la llevó a su sitio y al llegar el padre le dijo que tenía que ser mas educado.
Por otra parte la niña empezó a darle el follón a su madre de que quería un bollo con nata por lo que el dulce observándolo todo, empezó a entender el plan de su amada sandía,la madre por no oír mas a la niña le pidió dinero a su marido Antonio que estaba leyendo el periódico para ir a la confitería a comprarle el ansiado bollo con nata a la niña.Pero había un problema: habían dos bollos con nata y otra familia estaba comprando en la confitería.Y esta niña tendría que llevarle a él y no al otro bollo con el que se llevaba fatal porque se creía mas dulce y guapo que él.
Al entrar en la confitería empezó a gritar y repetir la niña"bollo con nata,bollo con nata,bollo con nata,bollo con nata"...por lo que la familia que estaba comprando le dio el capricho,(a la abuela en concreto),le dijo a su hija Caruchi que ella quería un bollo con nata por lo que se acercó a verlos y con el dedo le dijo al confitero que quería a nuestro querido dulce,a éste le entro el pánico solo de pensar que no vería mas a su amada sandía pero por suerte cuando se puso tan nervioso,su nata se puso un poco amarillenta por lo que su hija Caruchi le aconsejó que se llevara el otro.El otro bollo al cogerlo el confitero se marchó riéndose y diciendo:"has visto como eres muy feo y soso".Nuestro bollo calló muerto de alegría y recuperó su color blanco de su nata.

El niño se fue acercando a la niña un poco empujado por el padre por lo mal educado que había sido antes e invitándole a que le diera un trozo de sandía a la niña.Llego hasta ella ofreciéndole un trozo que aceptó,y a la vez la madre animo a la niña que compartiera su bollo,así fue como se encontraron y se amaron nuestro dulce y nuestra sandía en dos estomaguitos de niños que a su vez aprendieron también a amar.
Y ahora viene lo mejor:y colorín colorado este cuento se ha acabado.
mmmmm que historia más dulce... y refrescante me recuerda a la sandía que tengo esperando en la nevera!! estás hecho un artistazo, lo que hace tener tiempo pa dedicarse a vivir la vida que uno quiere ein? ;)
ResponderEliminarya te digo Lucilda,tener tiempo hace que nos refresquemos....je je...
ResponderEliminarjoooo...quiero un bollo con nata!!!!! que ganitas me han dao, que rico!!!!ummmmm...Toc
ResponderEliminarToc,no te preocupes un día de estos te invito a un bollo con nata,pero me tienes que prometer que al entrar a la confitería no repetirás constantemente lo que quieres,vale?
ResponderEliminar